Conjunto arqueológico
Ubicación del Palà Vell
Origen del Palà Vell
Centro administrativo de los dominios territoriales
Entre los siglos XI y XIII, el monte de Palà se convirtió en el centro desde donde se administraban los dominios territoriales que la familia vizcondal poseía entre Coma y Bergús, dominados por las plantaciones de viñas, además de garantizar su defensa.
Defensa y control del territorio
Distribución del Palà Vell
La gran pandemia del verano del 1348 y los sucesivos rebrotes de peste vividos en las décadas siguientes hicieron que el núcleo se despoblara progresivamente. A finales del siglo XIV, solo estaba habitada una de las casas. En el año 1525, Joan Palà confirmaba que las casas estaban abandonadas y en escombros.
Homenaje a Camilo Villaró y Monell
Font del Camilo
Provechoso para las reformas realizadas
Vestigios del Forn de teules
Tampoco podemos perder de vista las diversas obras realizadas en los años siguientes a la quema y destrucción de la casa, en otoño de 1711, además de las reformas practicadas entre las décadas de 1720 y 1740.
Tomba Neolítica
Ritual funerario de inhumación en cistas
Cuchillo encontrado en la cista de Palà (Museu Comarcal i Diocesà de Solsona)
Reproducción de cómo sería una cista (Museu Comarcal i Diocesà de Solsona)
Vista del campo de batalla
Guerra del Francés
La batalla se libró el domingo 21 de octubre de 1810 y enfrentó las tropas ocupantes francesas, bajo el mando del general MacDonald, con el ejército español y la gente armada local, dirigido por el marqués de Campoverde. Según explican las crónicas, las tropas locales, a pesar de ser muy inferiores numéricamente, salieron victoriosas con una docena de muertos y 38 soldados heridos, mientras que el ejército francés sufrió una fuerte derrota con unas 400 bajas y unos 80 heridos. Desde los escombros se pueden ver los campos donde se libró esta batalla.
Documentada desde el siglo XIII
Capilla de Sant Quintí
La excavación arqueológica de sus escombros permitió recuperar la fundamentación de sus muros que dibujaban un edificio con una nave de planta trapezoidal de cerca de 14 m de longitud y 3 m de anchura en los pies, además de varios testigos de cultura material relativos a la ocupación humana de este lugar.
Barracas de piedra
Elementos arquetípicos asociados al cultivo de la viña
Las barracas de piedra son uno de los elementos más arquetípicos de la infraestructura productiva asociada al cultivo de la viña, que en el caso de las tierras de Palà y el valle de Coma aparecen documentadas desde sus mismos orígenes en el siglo X, y que se mantuvo en el decurso de toda la Edad Media como por ejemplo las dos viñas llamadas Fontica y Gramanal.
Aun así, y parecido a lo que pasó en todo el país, las grandes plantaciones corresponden a los siglos XVII y XVIII, momento a partir del cual la viticultura toma un protagonismo clave en la estructura productiva de Palà y sus tierras en época moderna.
Cultivo de la viña
Producción en la finca de Palà de Coma
Así, en 1696, Antoni Joan Palà (1655 -† 1715) ya plantaba más de 13.000 cepas en la llamada Vinya del Racó, con un gasto de más de cien días de trabajo. Además, con el asalto y destrucción de la casa en otoño de 1711, las crónicas de la casa nos dicen que se quemaron las botas de la bodega con una capacidad de 300 cargas (que equivalen a más de 35.000 litros).
Superada la guerra, las plantaciones continuaron con un ritmo vertiginoso a cargo de los herederos y sucesores: su hijo Miquel Palà (1681 -† 1743) y su nieto Pere Palà (1711 -† 1782).
Almacenamiento y cobijo
Funcionalidades de las barracas de piedra
También llamadas cabañas o casetas, servían para guardar las herramientas y dar cobijo a los viticultores. Hechas en piedra seca, son un ejemplo paradigmático de la tradicional arquitectura rural a piedra seca con sus características vueltas semiesféricas.
La llegada de la filoxera en la década del 1890 supuso la ruina de estas viñas, que fueron sustituidas por los cultivos de cereal y el olivo.
Menhir de la Roqueta
Monumento megalítico
La casa y masía de la Roqueta adoptan su topónimo de referencia de este Menhir, que se encuentra situado dentro de su propiedad. El Menhir se encuentra en la finca de Roqueta, fuera del Espai Rural Palà de Coma y, por lo tanto, se ruega respetar la intimidad de los propietarios. Agradecemos a Ramon de Roqueta haberla compartido con nosotros.
Testigo fehaciente de la historia
Continuidad del hábitat en el valle de Coma y Palà
La existencia de este Menhir es el testigo fehaciente de la continuidad del hábitat que se ha acontecido en el valle de Coma y Palà desde la Prehistoria. La propiedad de Palà incluye una necrópolis donde los arqueólogos han podido excavar dos sepulturas del tipo cista, que sumadas a las otras dos localizadas en las tierras de la Roqueta, evidencian la ocupación humana en este sector del valle de Coma desde el Neolítico Pleno (3.500-2500 a.C.).
No podemos olvidar las otras estructuras localizadas muy cerca de la Roqueta, y solo en parte excavadas por los arqueólogos, asociadas al hábitat de época ibérica y romana, como un horno de barro ibérico o los restos de una explotación rural con materiales que prolongan su existencia hasta el periodo imperial (siglos V-VI).
El Bosc del Rèvol
Bosque entre Cardona y Clariana de Cardener
Demanda local y regional
Producción de madera en el bosc del Rèvol
La madera cortada era aprovechada básicamente para satisfacer la demanda local y regional de tablones de calidad destinados a la construcción. Incluso, consta en los registros de la casa que se sirvió madera a los reales astilleros de Barcelona. Para su transporte se usaban las aguas del río Cardener, aprovechando la subida de su nivel arran el deshielo de la nieve entre los meses de abril y julio.
Pi del Rèvol
Árbol monumental de 35 metros de altura
Testigo de la explotación forestal hecha por Palà de Coma en este bosque era el llamado Pi del Rèvol, un árbol monumental de 35 metros de altura y más de 2 metros de ancho de cañón, que en su día había sido la pinocha más grande de Cataluña. Se estima que su edad era superior a los 300 años. Este árbol centenario había sido dejado por los propietarios de Palà como muestra de la madera cortada en el Rèvol. Desgraciadamente no pudo sobrevivir al incendio del verano de 1998.
Actualmente de la Font del Rèvol todavía brota agua pero no está tratada. Una parte sale por un canalón en el margen derecho y la otra parte se canalizada a un vivero de la finca vecina de Cal Sastre. Esta finca perteneció a Palà de Coma hasta mediados de siglo XX cuando fue vendida. Dentro del acuerdo entraba el suministro del agua al vivero.
Las Oliveras Corbella
Variedad autóctona del Bages
Muy apreciada durante el modernismo hasta la década de los años veinte, su cultivo se extendió, llegando a algunas zonas de las provincias de Lleida y Tarragona. Se la conoce también como Corbell, Curbiella en Lleida o Montserratina en Tortosa.
La industrialización textil y la proximidad a las grandes ciudades donde había mejor manera de ganarse la vida, comportó un fuerte detrimento de su cultivo. La mecanización del campo, y la reconversión al cereal, la política franquista de intervención del precio del aceite, todo esto con la contundente helada del 1956, redujeron su cultivo a mínimos.
Actualmente solo se cultivan olivos en bancales no aptos para el cereal. Así pues, su cultivo, mayoritariamente en la comarca del Bages, se ha reducido a pequeñas explotaciones familiares que apenas tienen para el autoconsumo.
Variedad productiva y de calidad
Características de la Olivera Corbella
Es una variedad muy productiva y regular, muy rústica y tolerante al frío, a los climas secos y al calor. Se reproduce fácilmente por cualquiera de los métodos utilizados con los otros tipos de olivo y es bastante resistente a las plagas más comunes como la negrilla y el Ulldegall (repilo).
Su época de maduración es temprana y uniforme, recogiéndose en el mes de noviembre. El fruto se presenta con pedúnculo largo y su forma de retención es bastante elevada y se destina para hacer aceite de altísima calidad con aroma y sabor muy peculiar y agradable.
Cultivo de la olivera
Producción en la finca de Palà de Coma
El aceite siempre ha estado presente en la historia de la finca, pero fue después de que la filoxera provocara el arranque del 100% de las cepas, cuando el cultivo del olivo formó parte importante de la producción de la familia.
Este bancal está arrendado a un campesino con la intención de recuperar una producción para consumo particular. Además de este bancal de olivos, por la mayoría de márgenes de los campos (el camino de Palà al Jovellar) todavía podemos encontrar olivos.
Pou del jovellar
Punto de agua subterráneo
Todas las masías tenían que tener un punto de agua cerca de la casa para poder garantizar el avituallamiento tanto para los habitantes como para los animales.
Este pozo nace de un punto de agua subterráneo que suda a través de las paredes del pozo y en la actualidad se obtiene poquísima agua. Solo de vez en cuando se puede bombear el agua, que se usa para las vacas. La causa de la escasez de agua creemos que puede estar causada por el cambio climático y/o la afectación de las paredes del pozo por las raíces del roble de al lado.
La actual cubierta del pozo se hizo a mediados del siglo XX dado el precario estado del original.
Al pie del pozo hay un roble de hoja pequeña(quercus faginea), de más de 100 años de vida, que en verano ofrece una sombra muy agradable.
Panorámicas excepcionales
Vistas al Valle y al Castillo de Cardona
A mano izquierda se puede disfrutar de una vista del Castillo de Cardona.
Bassa de Cal Rovelló
Punto de agua para posibles incendios
Su nombre proviene de la casa que está ubicada por encima de la balsa, la cual pertenece a otra finca.